Entrevista 24 de marzo- Horacio Vennera

Horacio Vennera primo de mi mama y profesor de Sociedad y Estado en la UBA me cuenta cómo vivió y vive el 24 de marzo. 

El un joven de 20 años en ese entonces, militante y muy relacionado con la política expresa que en aquellos tiempos se recrudece la violencia en la Argentina. 

"Para mí el 24 de marzo significó el comienzo de una vida totalmente anormal, porque lo que se ejerce era una violencia indiscriminada, sin límites, y con el objetivo de terminar con toda reacción que pudiera tener la dictadura del 76´.

Para los que militamos en política significó el riesgo de lo que pasó de diferentes maneras, muchos murieron, algunos fuimos presos y otros al exilio, vivíamos en clandestinidad.

Viví el 24 de marzo con una doble sensación, estábamos medios locos en esa época... creíamos que el partido lo íbamos a ganar nosotros.

Al mes caí preso, viví todo eso con la angustia de que empezaban a desaparecer compañeros.

Se utilizaba la violencia para generar el terror en los que sobrevivian, de vez en cuando liberaban a alguien de los que habia estado en un campo de concentracion para que contara lo que pasaba ahi adentro, que era desde la tortura, hasta las violaciones a las mujeres o  a los hombres tambien. La violacion en ese sentido era un instrumento de denigración de la persona..."

- ¿Cómo viviste la detención, cómo la vivió tu familia? 

Horacio fue detenido y desaparecido el 24 de abril de 1976 donde lo llevaron a Coordinación Federal  y estuvo aproximadamente un mes .  La madre sin saber que se encontraba allí y con mucha seguridad se acercó a las oficinas y solicitó verlo ( en ese entonces él se encontraba ahí pero nadie lo sabía). Días después lo sacan de las oficinas para volverlo a entrar pero esta vez de forma oficial, donde lo llevan a una celda ya blanqueado. Luego lo sacan de de Coordinación Federal, junto a otros jóvenes que estaban detenidos con él y los llevan a un departamento de policías. 
Procedieron a trasladarlo a la cárcel de Villa Devoto donde estuvo allí hasta octubre del mismo año y por último hasta julio del 77 ' estuvo detenido en la Unidad 9 de La Plata. 

"Estar preso es una situación que nadie puede imaginar porque es algo totalmente anormal, es algo que conoces cuando estás preso no hay forma de contarlo... las vicisitudes no se pueden expresar porque es algo totalmente fuera de la normalidad estar preso y en esas condiciones. No poder ir al baño, donde te haces pis encima, en donde pasa un tipo y te patea, todas cosas que son impensadas en una mente medianamente normal...

Viví la detención con una imaginación formada por las películas... cuando me agarraron y me tenían preso yo me imaginaba que iba a venir un tipo y me iba a preguntar, que me iba hacer un interrogatorio más formal y que yo al no decir nada de lo que él quisiera iban a venir otros y me iban a pegar... esa era la imaginación que yo tenía. Pensaban y te pegaban. Yo siempre use el pelo largo y en un momento pasaron con maquina de afeitar y me hicieron una autopista en el medio.

Mi sensación era lo que iba a venir, no lo que me pasaba. Me cagan a piñas y mi preocupación era cuando me iban a volver a pegar o usar la picana eléctrica, no lo que ya había pasado.

A diferencia de mi familia yo sabía lo que me pasaba, información de que sabía que esta vivo en algún lugar , no sabía donde , pero si que estaba vivo. Afuera, lo que hubo casi un mes es desconocimiento de lo que había pasado conmigo, lo que generaba  una angustia aún mayor  que la mía porque yo sabía que todavía me encontraba con vida.

Yo estaba como en un oficina y por ahi sentia a unas mujeres hablando de la novela de la noche anterior o tipos comentar el partido del domingo como pasa en cualquier oficina... pero nosotros estábamos tirados al lado, sucios, con olor porque no podíamos ir al baño entonces te hacías encima. Esa era la locura de la normalidad. 

Lo que siempre tiene uno en ese momento es la sensación de que no te van a matar, sensación de que vas a vivir."

El tío de Vennera era Obispo, el cual dentro de la iglesia es una jerarquía de puesto alto, por lo que la madre decidió ir a verlo para pedirle ayuda como lo hacen la mayoría de las familias en ese entonces. Ella quería saber si podría intervenir de alguna forma para encontrarlo o mínimamente saber donde estaba. 

"Un dia mi tio le dice a mi mamá tu hijo está vivo porque el Capitán estaba de buen humor y decidió no matarlo... Cuando me blanquean y mi mama viene a verme me cuenta esta historia. En su momento lo tomé con la soberbia de los 20 años, decía que nos iba a matar a nosotros, claramente lo tomé como un chiste. Pero después viéndolo a distancia lo más probable era que si el Capitán se levantaba de mal humor nos tiraba de un avión porque la vida y la muerte no varía absolutamente nada. 

La sensación era de que iba a ser muy largo, de que había que aguantar lo máximo posible lo que venía pero que íbamos a salir, que no nos iban a matar. Era siempre un cagazo bárbaro porque cada vez que te venían a buscar te cagaban a piñas, a mi una vez me desmayaron de una trompada."

- ¿Cómo lo trasladas a la clase, a la hora de explicar y contar sobre el 24 de marzo ya que lo viviste de cerca? 

"Jamás personalice a la hora de dar clase, más que nada porque se que se toca ese tema. Me parece un golpe bajo contra ante la clase que yo fui uno de esos pobres tipos que estuvo desaparecido y al que torturaron. Yo trato de hacer comprender que no se puede analizar la década del 60´ y 70´ desde hoy... Los alumnos se criaron, nacieron y vivieron en democracia. Fue una época de cambio en todo sentido, es una ruptura de lo nuevo con lo viejo. Trato de explicar que fue un golpe de estado que inició un cambio profundo en la estructura económica del país, con un objetivo claro haciendo hincapié sobre todo en la violencia."

- ¿Cómo crees que se vive esa fecha, cómo crees que nosotros los jóvenes actuamos ante eso y cómo  lo vive el país y la sociedad?

"Nuestro país vive oleadas (la crisis del 2001 produjo un quiebre y el fracaso del neoliberalismo). 

Creo que los jóvenes forman parte de estas oleadas, hay momentos que se entusiasman más con la política y hay otros que menos. 

Lo que me parece que falta en la Argentina es tomar conciencia del valor político independientemente del político de turno."